En les Terres de l’Ebre, además de la Ràpita, encontramos otras villas marineras, son: les Cases d’Alcanar, l’Ampolla y l’Ametlla de Mar. Todas ellas presentan una arquitectura marinera que las hace singualres y se acompañan de un puerto de pescadores que permite observar el ir y venir de las embarcaciones. Del mismo modo que en la Ràpita su gastronomía destaca por la presencia de los sabores marineros.

La ciudad de Tortosa, capital de las Tierras del Ebro, conserva un importante patrimonio arquitectónico que la hace única en el Ebro catalán. La catedral, el castillo de la Suda y las murallas, el edificio modernista del Antiguo Matadero o los Reales Colegios son algunos de los punto de visita obligada, pero también navegar por el río Ebro con a bordo del laúd «Lo Sirgador desde donde podrá observar la ciudad desde dentro del río.

El Parque Natural de Els Ports, un macizo que comparten Cataluña, Aragón y Valencia, es un refugio de fauna y flora mediterránea con mucha riqueza. Forma unos paisajes salvajes y pedregosos, alternándose, sobre todo por su vertiente norte, con extensos bosques. Destaca la presencia de la cabra hispánica, una especie que puede encontrarse fácilmente. Els Ports se rodea de pequeños pueblos de montaña, que a ambos lados, hacen aún más agradable la visita a esta cordillera. A continuación le recomendamos algunos lugares para adentrarse en ella.

La Terra Alta es tierra de grandes vinos elaborados principalmente a partir de la garnacha blanca, una variedad propia de la Terra Alta. La comarca es bañada por un gran mar de viñedos, formando unos paisajes únicos en Cataluña y donde els Ports hacen de telón de fondo. La visita y degustación de vinos en pequeñas bodegas puede complementarse con la visita a las catedrales del vino del Pinell de Brai y Gandesa, dos bonitos edificios modernistas aún hoy plenamente funcionales.

La Vía Verde transcurre por la antigua vía férrea del Valle de Zafán que unía Aragón con el Mar Mediterráneo, y que estuvo en funcionamiento durante 31 años, cerrándose definitivamente el 17 de septiembre de 1973. Transcurre por los paisajes de viña de la Tierra Alta, penetra la sierra de Pàndols y Cavalls a través de túneles y acueductos y llega al delta del Ebro inmersa en los paisajes fluviales que ha dibujado el río Ebro con el paso de los años.

Aunque su existencia ya era conocida por la gente del pueblo, no fue hasta 1968 cuando el Centro de Espeleología de Gracia las exploró por primera vez. Las Maravillas son las más impresionantes del conjunto de cuevas llamadas del Aumidiella. Con una gran riqueza en formaciones, muestran estalactitas, estalagmitas, banderas, gours, e incluso las llamadas excéntricas, que se atreven a jugar con la ley de la gravedad en crecer de manera inexplicable en todas las direcciones posibles.

La Ribera d’Ebre es una tierra de río; castillos, pueblos de ribera y poblados ibéricos saludan al río Ebro a lo largo de su recorrido. Miravet es el pueblo medieval más característico de la comarca, su castillo templario es uno de los mejores ejemplos de arquitectura templaria en Europa. La Ribera d’Ebre es especialmente bonita durante la floración de los árboles frutales, de febrero a abril, sus paisajes se tiñen de blanco y rosado formando un extenso mar de flores.

La comarca del Matarraña esconde un rico patrimonio cultural, sus pueblos conservan intacta su fisonomía medieval y muchos de ellos son presididos por castillos, como Valderrobres. Els Ports dibujan unos parajes exuberantes donde el agua es por todas partes, como el Parrissal de Beceite, un paraje natural de gran belleza.